A partir de esta consulta queremos presentar este pequeño manual
Cómo
entender el cambio automático
Si cuando hablamos del freno motor
explicamos de forma gráfica qué representaban las marchas, hoy nos referimos a
las transmisiones automáticas de forma muy abreviada. Las tenemos básicamente
de tres tipos:
Cambio
convencional con accionamiento hidráulico, también llamado manual pilotado: lo forma una caja manual a la que
se acopla un accionamiento hidráulico gestionado electrónicamente para la
selección de marchas. Como en el fondo es un cambio manual no hay problema en
dotarlo de un modo en el que el conductor selecciona las marchas a voluntad, ya
sea en la palanca o en unas levas dispuestas en el volante, con cambios
ascendentes (+) y descendentes (-). En los modelos más avanzados de estas
transmisiones, con nombres como DSG, EDC, Powershift o TCT, las marchas se
preparan con antelación para que el paso a la relación siguiente sea casi
imperceptible.
Cambio
automático con trenes epicicloidales, donde se emplean un piñón planetario y tres piñones satélites unidos
por una placa común en una corona dentada por su parte interior. Es el cambio
100 % automático que más se ha empleado a pesar de su complejidad técnica y
permite obtener varias relaciones en función de los piñones que se acoplan en
cada momento sin interrumpir el movimiento de entrada del motor, donde puede
emplearse un convertidor de par.
Cambio con variador continuo, apodado CVT,
Multidrive S, Hypertronic, Multitronic, Autotronic, Extroid o Xtronic, es a la
vez el más sencillo desde un punto de vista conceptual y el más evolucionado en
cuanto a eficiencia energética. Supone montar dos poleas de diámetro variable y
una cadena metálica flexible de enlace entre ambas, que es la que transmite el
movimiento. La gestión se realiza con una centralita electrónica y permite
obtener un número infinito de relaciones de velocidad, ya que no hay posiciones
fijas sino que todo es absolutamente variable.
Comunicaciones / Power Star